Una de las dudas que nos asedian, tanto a escritores noveles como a los experimentados, es cómo construir los personajes de nuestro siguiente proyecto literario.
Tanto el peso dramático como el punto de vista recaerán sobre los personajes. Son seres vivos que colocamos en un mundo en el que le enfrentaremos a conflictos o comenzará su búsqueda. Darán al lector sensibilidad y la forma de imaginar e interpretar el mundo que hemos creado para él.
Morirán o evolucionarán, se relacionarán entre sí, tendrán sus propios intereses un destino y autonomía. Sí, autonomía. ¿No os ha pasado que crees tener claro cómo es un personaje y, cuando te pones a escribir, éste te sale por peteneras y no hace nada de lo que tenías planeado para él o ella?.
Tranquilo, nos ha pasado a todos.
Cada escritor tiene su propio método para definir el carácter, los defectos y el destino de los personajes. A continuación te dejo algunas pautas y claves sencillas que te ayuden en la ardua tarea de construirlos.
¿Qué es un personaje?
Es el sujeto de la acción. Con sus pensamientos, sentimientos, acciones y reacciones nos trasladarán a su mundo ordinario para vivir aventuras con ellos.
Naturaleza de los personajes
- Humanos, los más utilizados.
- Animales. Suelen ser los protagonistas en fábulas, cuentos y algunas leyendas.
- Personificación de objetos. Como robots o juguetes.
- No humanos. Monstruos, elfos, enanos, fantasmas y toda clase de criaturas que puedas imaginar o inventar.
- Personajes históricos.
Atributos y cualidades de los personajes
- Descripción física. Color de piel, pelo, ojos, altos bajos, niños, viejos, enano, alas, cuernos, desdentado…
- Son lógicos, con criterio, analíticos, piensan antes de hacer algo…
- O son emocionales, impulsivos, alegres, taciturnos, odian, aman, envidian, desean…
- ¿Tienen conciencia? Distinguen el bien del mal, lo correcto de lo incorrecto...
- ¿Social o antisocial? Se relaciona con el resto de personajes, trabaja, familia, soltero, casado, tiene al día sus pagos o es antisistema...
- Educación. Analfabeto, intelectual, estudios básicos, con carrera, autodidacta…
- Idiolecto. Forma de hablar según la época en la que viven, su estrato social, estudios, etc.
- Se guían por sus propios intereses, por el bien común, se dejan llevar por el resto, manipuladores,
manipulables… - ¿Cómo se comunican? Hablan, telepatía, signos, miradas…
Tipos de personajes
En todo manual de escritura encontrarás una clasificación básica pero los tipos de personaje más conocidos son: principales y secundarios.
Personajes principales
Por lógica, son los que más «participan» en la historia, de principio a fin. ¿Qué les caracteriza?
- Héroes o villanos. El destino de ambos está unido en un tira y afloja durante toda la trama principal de la novela. En ocasiones, el antagonista no es otra persona sino el mismo protagonista y sus traumas internos o las fuerzas de la naturaleza.
- Son esenciales. Sin ellos no hay historia. Con sus acciones y reacciones hacen avanzar las tramas
hacia el clímax y el desenlace final. - Generan conflictos. Van tropezando con los obstáculos que les vamos poniendo para impedir que
logren sus objetivos.
Puede haber uno o más personajes principales, cada uno con su propia trama, y todas entrelazadas formando nuestra novela.
Personajes secundarios
¿Qué sería un libro sin los secundarios? Algunos son inolvidables (Ron y Hermione), sin ellos la historia no es la misma.
¿Por qué son tan importantes? Porque complementan a los principales, a veces son su conciencia y les hacen de guía. Otras veces son la mano ejecutora del antagonista.
Están involucrados en los sucesos importantes y dan vida al argumento. Algunos serán los encargados de revelar información importante (o no) para el lector.
Rodean a los principales en forma de familia, amigos, compañeros de trabajo, subalternos...
Van apareciendo y desapareciendo durante toda la historia, pero siempre están presentes.
¿Por qué es importante esta categorización?
Para que no hagas personajes principales planos ni personajes secundarios redondos. Los principales son los que llevan todo el peso de la historia, por lo que necesitan estar bien definidos, que el lector tenga claro su carácter y sus límites.
Ideas para crearlos
Comienza haciéndote preguntas sobre qué quieres escribir. ¿Romántica? ¿Fantasía? ¿Terror? ¿Suspense? ¿Cuántos personajes necesitas? ¿De qué tipo?
Como es lógico, cada género determina los personajes, desde los inventados (fantasía) hasta la
realidad (asesinos famosos).
Un consejo. Lee todo lo que caiga en tus manos y analiza los personajes. Como todo, cada maestrillo tiene su librillo. Unos no necesitarán crear nada, les sale de dentro. Otros necesitamos toda nuestra ingeniería creativa para no dejar nada al azar.
A mí me gusta tener control sobre mis personajes, aunque luego acaben yendo a su bola, quiero tenerlos bien estructurados.
¿Cómo? Sencillo. Nuestros personajes, al igual que nosotros como personas, tenemos varios aspectos que nos definen como tales. Físicos, sociales, psicológicos y morales. (Existen más, pero ya sería complicarnos la vida demasiado).
Un ejemplo para ilustrarnos
Queremos escribir una novela de fantasía, inventándonos nuestros personajes y su mundo.
- Físico. Obviamente, la descripción física es muy importante para hacerle llegar al lector cómo son tus personajes. En este ejemplo no nos inventaremos nada. La protagonista, una elfa joven, de piel verde, orejas puntiagudas pero caídas, bajita y rellenita (para cambiar un poco). Ojos grandes y grises.
- Social. Son una raza de elfos diferente al resto. Trabajan sirviendo a los altos elfos y viven en reservas de las que no pueden salir.
- Psicológico. Alegre a pesar de todo, a veces impulsiva (lo que le mete en problemas), inconformista, no entiende el por qué todo debe ser como es. Sincera y luchadora.
- Moral. Tiene su propia concepción de lo que es correcto y lo que no. No cree en los dioses, solo en sí misma y en que debe hacer algo por su raza.
Obviamente este ejemplo es muy somero. Puedes ampliar los rasgos y las características todo lo que quieras hasta obtener tu personaje ideal.
Recuerda añadirle a tu personaje manías, defectos, tics y lo que creas que puede hacerle diferente y original, que llame la atención. Puedes basar su carácter en alguien de tu alrededor, que conozcas bien y te cuadre con lo que quieres que haga, diga o piense. Los personajes de fantasía también han de ser creíbles, por lo que deberás trabajarlos bien, como si fueran tu amigo o vecino.
Nombre de tu personaje
Por último, pero no por ello menos importante, hay que ponerle nombre a tu personaje. Algunos preferimos darle nombre al principio y crear el resto a partir de ahí. Otros lo hacen al final. Otros cambian el nombre a cada paso que dan porque no lo tienen claro.
Hay nombres que le darán personalidad y veracidad al protagonista (o a cualquiera de los personajes). Si son de una zona en concreto (sea real o inventada) el nombre será uno típico de esa zona, cultura o religión.
Puedes crear un personaje maravilloso, pero si el nombre no está bien escogido quizá no logres que el lector lo recuerde cuando acabe de leer tu novela, o que le provoque efectos negativos, como que no empatice con el protagonista.
No debes tomarte a la ligera la elección de nombres.
Resuelve tus dudas
Esperamos que este artículo te ayude en el proceso de crear tus personajes para tu proyecto literario. Si tienes más dudas, no las dejes en el tintero. Ponte en contacto con nosotras y trataremos de resolverlas.
Atentos al blog. Tenemos más artículos en preparación que pueden interesarte.
Comentarios
Publicar un comentario
En cuanto podamos gestionaremos tu comentario y lo publicaremos