Según la RAE (Real Academia Española) tiene dos acepciones:
Conocimiento que se da, generalmente detallado, de un hecho.
Narración, cuento.
Por supuesto, esto se nos queda corto para lo que queremos explicar. Nos centraremos en el relato literario que es lo que nos interesa.
¿Por qué escribir relatos?
Es una buena forma de comenzar a tener una rutina de escritura. Escribir pequeñas historias (de unas 1000 palabras o menos). Nos sirve para desbloquearnos cuando nos quedamos en blanco y no sabemos por dónde continuar.
Publicar en redes sociales y darnos a conocer.
Podemos presentarlos a concursos de relatos, escribir antologías y publicar libros de relatos. Enviarlos a revistas en las que publiquen relatos de géneros diversos.
Un relato puede acabar siendo una novela corta o noveleta, ¿te lo imaginas?
¿Cómo afrontar la escritura?
Da igual qué nos dispongamos a escribir, sea un relato, un cuento, una novela, una obra de teatro o simplemente plasmar una idea que se nos acaba de ocurrir, necesitamos una serie de elementos que parecen lógicos cuando te lo dicen, pero en los que no caemos y hacen que nos dispersemos o procrastinemos a la mínima ocasión que se nos presente.
Desconectar aparatos electrónicos. Fuera todas las notificaciones de móviles, ordenador, etc. Nada de redes sociales. Si no nos vemos capaces de evitar distracciones electrónicas, existen una serie de aplicaciones para desconectar lo que queramos, creando excepciones como, por ejemplo, el diccionario (por razones obvias)
Hemos de crear un espacio especial en el que estar cómodos y sin distracciones. Nuestro propio rincón de escritura, con un entorno en el que nos podamos concentrar. Podremos controlar las interrupciones.
Tener un orden que nos permita tener a mano lo necesario para la escritura y bien lejos lo que nos pueda distraer.
Una buena iluminación, sobre todo si escribimos a mano.
Conseguir una rutina de escritura diaria. ¿Cómo? Procurando que siempre sea en el mismo horario y con una duración determinada. Evitar, en la medida de lo posible, las interrupciones. si tenemos familia ya sabemos que hay personas pequeñitas que nos entretienen, así que buscaremos una hora en la que estén fuera (en el cole) o duerman, es decir, madrugar o trasnochar. Cada uno debe decidir qué es lo mejor, ya que cada persona es diferente.
Ahora lo obvio, una buena silla y nuestras herramientas de escritura. Sea ordenador, papel y pluma (bolígrafo o lápiz).
Para afrontar cualquier tipo de escritura hemos de planificar, aunque sea un relato corto, incluso un microrrelato, es necesario siempre.
En un RELATO narramos una secuencia o una serie de acciones protagonizadas por unos personajes en un lugar determinado durante un tiempo también determinado. Puede ser real o ficticio, lo que no afectará a la narración ya que, nuestro único objetivo es que el lector imagine lo que le estamos contando. No es un género en sí mismo, ya que el género nos dice la temática (misterio, suspense, erótica, terror...) mientras que un relato es una historia corta, en la que narramos un suceso, una lucha por superar una complicación, un cambio de causa de esa lucha (puede ser una evolución o no) y un objetivo a conseguir. Con todo esto ya podemos definir:
Elementos necesarios para un relato
Elementos necesarios para un relato. Personajes (puede ser uno solo), el objetivo que pretende conseguir, una complicación o problema (interno del personaje o externo) que le impide llegar a su meta, la acción o acciones que lleva a cabo y los cambios que derivan del enfrentamiento a los problemas.
Estructura básica. No tan solo de los relatos, si no de cualquier acción narrativa:
Planteamiento, en el que presentamos a los personajes, lugar y época en la que está ambientado, y el problema o conflicto que tienen.
Nudo o desarrollo, narramos cómo el problema afecta a los personajes y qué hacen estos para resolverlo. Es la parte más extensa de los relatos y de cualquier narración. En una novela existen más de una complicación y el personaje evoluciona.
Desenlace, nos cuenta el resultado de la lucha por el objetivo, si lo consigue o no.
No es inamovible, algunos relatos comienzan in media res, es decir, a mitad de la trama. Otros plantean directamente el final para contar después lo que ha llevado a ese final (in extrema res)
También podemos no contar el desenlace, lo que lleva al lector a imaginarse cómo acaba la historia, es decir, un final abierto.
¿Tú sueles escribir relatos? ¿Planificas o eres de las que escriben sin más cuando una idea llega de repente? Cuéntanos tus experiencias con relatos, microrrelatos y concursos varios en los comentarios.
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